Camino hacia el Valle de la Luna © Joan Nierga |
El valle de la luna es uno de los lugares más visitados del desierto de Atacama y se encuentra ubicado a 17 kilómetros del
centro de San Pedro, en la zona de la Cordillera de la Sal, es un área
interesante de formaciones de piedra y arena que por milenios las inundaciones
y los vientos le han dado una serie de colores y texturas presentando un
extraordinario atractivo por su similitud con la superficie lunar y coliseo
natural de grandes dimensiones. Desde la gran duna es posible apreciar el
maravilloso y sorprendente entorno de esta zona.
La Duna mayor © Joan Nierga |
En noches de luna llena, el valle presenta también un
indescriptible aspecto, pleno de majestuosidad y silencio, fríamente hermoso e
imponente. Tanto a pleno día como durante la noche puedes encontrar un lugar
único para captar el momento cambiante de colores y luz.
Vista del Valle de la Luna © Joan Nierga |
Situados en la cima de una colina en la misma hora de la puesta de sol, se disfruta de una vista panorámica de toda la inmensidad del valle prolongándose en la lejanía hasta el Salar de Atacama. Durante este corto espacio de tiempo uno puede captar las intensas luces rojizas del astro rey que despide un día más para dar paso a la negra noche acompañada de bajas temperaturas, sufriendo así una metamorfosis de colores que durante las noches de luna llena recobra los tenues colores del satélite natural de la tierra dando paso a este ciclo sin fin que son las 24 horas del día.
El Valle de Luna durante el ocaso © Joan Nierga |
Este maravilloso fenómeno natural, es debido al encuentro del desierto de Atacama con la cordillera de Los Andes, el cuál es producido por suaves cambios de pendientes, conformada por conos de rodados provenientes de las quebradas cordilleras.
El Valle de la Luna tiene lagos secos, en donde la composición de sal de éstos cubre de un hermoso manto blanquecino; escarpes de todos colores verdes, azules, rojos, amarillos sorprendiendo con las formas más diversas y sorprendentes y a los cuales el sol hace variar sus tonos en mil formas diferentes durante el día, especialmente en las horas crepusculares que alcanza su máxima belleza.
Contemplando el ocaso © Joan Nierga |
Infinidad de senderos entre grandes formaciones rocosas te permiten caminar y explorar este valle lleno de misterios, cavernas, cristales de sal, etc.
Declarado santuario de la naturaleza por su gran belleza natural y extraña apariencia lunar a la cual debe su nombre. Es visitado por cientos de turistas cada año por ser uno de los lugares más conocidos de Chile.
.... continuará
Música para acompañar (Ley de Faraday)
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